El confinamiento preventivo ante el Covid-19 en muchos países ya supera los 60 días. El temor ante el contagio sigue presente en la sociedad mundial, pero otro temor ha cobrado aún más fuerza en los últimas 3 semanas: ¿Qué hago si se me acaba el dinero? Esto ha generado que muchos países, en medio de una recesión económica que ya está presente, levanten de forma progresiva las medidas de confinamiento para que las personas retornen a sus lugares de trabajo en medio de una “Nueva Normalidad” según lo han denominado muchos voceros gubernamentales.
Pero lo que aplica en un país desarrollado o con otro tipo de cultura social, pudiese no aplicar en un país que lleva 15 años en crisis económica, y 8 años aproximado de crisis severa, que lamentablemente es el caso de Venezuela.
No existe indicio real de que las personas que han mantenido el confinamiento de forma voluntaria, lo hayan hecho porque obedezcan las directrices de las personas que controlan el Poder Ejecutivo del País, todo indica que las personas que se mantienen voluntariamente confinadas, lo hacen por temor a enfermar y depender del sistema de salud público nacional, hoy muy cuestionado por el mundo, entre ellos la Comisión de Derechos Humanos de las Naciones Unidas. Sin embargo, es importante mencionar que hasta ahora, un 45% de la sociedad (aprox) se ha mantenido en resguardo ante la pandemia. Pero al parecer, seguir en casa pudiese ya no ser sostenible por más tiempo.
Para determinar la expectativa de la sociedad venezolana con relación a la posibilidad del levantamiento del confinamiento (cuarentena comúnmente conocido), se aplicó una encuesta online a 1.200 personas, con el perfil de empresarios, trabajadores independientes, vendedores y emprendedores empresariales emergentes.
El 82% de los encuestados afirmó que retomará de forma inmediata sus actividades laborales normales una vez que se levante la cuarentena.
En una pregunta abierta, algunos comentaron que lo único que impediría que retomen sus actividades al 100% serían aspectos como: falta de combustible, fallas en los servicios públicos básicos o que no todos los establecimientos abran al 100% en horarios normales, situación que seguiría limitando sus actividades de forma indirecta.
De este 82%, el 70% afirmó sí temer ser contagiados por el Covid-19, pero se sienten más preocupados por sus finanzas personales que ya están afectadas por más de dos meses de no productividad regular.
Solo 6% de los encuestados afirmó que ante el levantamiento del confinamiento, mantendrán medidas propias de rigurosa prevención con distanciamiento oportuno. Afirmaron que aunque retomen sus actividades laborales, solo se sentirán totalmente seguros cuando exista una vacuna probada y al alcance de todos.
Las medidas de distanciamiento ya se aplican en muchos países del mundo. ¿Aplicarán igual en nuestra sociedad tan habituada al contacto cercano?
12% se abstuvo de responder el instrumento.
La sociedad actúa en función de su necesidad, y en este punto la necesidad es producir. En un país en el que un 70% de la población (aprox) vive técnicamente del día a día, seguir confinados y a la deriva, es un arma de doble filo. Sí, sigue latente el riesgo del virus y la presunta deficiencia del sistema de salud pública para abordarlo, además del reciente repunte de contagios según cifras de los que controlan el Poder Ejecutivo del País. Sin embargo, el aspecto económico lamentablemente no está dejando espacio para esperar a que se genere una vacuna, y muchos en la sociedad están asumiendo enfrentar ese riesgo
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